Señor Putin, no sé la edad que tiene usted, ni su sueño de eternizarse…
FUENTE: EFE
Lo que sí sé es que nació desnudo, como todos; que lloró cuando tenía hambre; que tuvo la suerte que muchos, muchísimos compatriotas suyos no tuvieron; que ha ido ascendiendo, como muchos políticos, pisando cabezas… defenestrando libertades de otros…; pero que también es sensible… se enamora… tiene unos niños que sueñan con usted, su padre…; que se va haciendo mayor con indiferencia humana, ¡qué pena!; que morirá, como todos, pero usted lo hará con la rabia impotente de todo hombre sin esperanza…
Veo la televisión… leo las noticias… contemplo el tablero de ajedrez en que se ha convertido el mundo…
¡Señor, Creador!… ¡Dioses de Esperanza!… ¡Espíritus protectores!… ¡¡haced algo!
Alguien mató al ruiseñor… la ilusión de la vida…
¿Por qué, señor Putin?
Desde la soledad de mi pequeña casa, lloro impotente…
¿Qué sociedad hemos creado, capaz de pisar la vida?
¿Qué Europa hemos formado, incapaz de decir basta ya?
Los vetos o abstenciones suenan a egoísmo cobarde.
Señor PUTIN, desde su salón imperial, copia del fantasioso mundo de los idólatras, no olvide que todos cayeron… todos son ya polvo… la venganza de la vida les regaló la muerte en la soledad insensible y sin esperanza.
¡Que el mundo responda!
Dejemos un poco o un mucho de nuestra libertad y regalemos vida a los que, sin pedirlo, pisan, desprecian e ignoran.
En todo sistema solar hay planetas excéntricos que orbitan lejos de su centro, a izquierda y derecha. En el sistema español el caso es peor porque, además, hay excéntricos nacionalistas –nacionalista, según la Enciclopedia Galáctica, equivale a xenófobo, así que es normal que éstos orbiten a su bola-. Además está la PSOE, un planeta enorme que, por una extraña aberración óptica, todo el mundo cree ver en el centro del sistema cuando en realidad orbita en sus confines, junto con el planeta turrapopulista, los nacionalistas y la estrella de la muerte.
Lo cierto es que la alianza de la PSOE con todos estos planetas -formando un subsistema bastante estable en la excentricidad- está provocando un éxodo de terrícolas hacia otro cuerpo excéntrico según se mira a la derecha. Y a su vez, este éxodo proporciona una justificación a los habitantes de la PSOE para permanecer en la periferia del sistema, aunque hay que decir que fueron arrastrados hasta allí -sin la menor queja- bastante antes de que ese éxodo se produjera. Pero esta es una cualidad que todos los planetas políticos poseen, y que algunos spin-doctors siderales llaman «mover la ventana de Overton». En realidad –lo cuenta Futurama- la Planet Express –trasunto de la PSOE- no se mueve, sino que reordena el universo en torno suyo gracias a la materia oscura defecada por los niblonianos –trasunto de los medios, expertos y politólogos de guardia-. Así, aunque sus desplazamientos sean dramáticos, siempre permanece en el centro del sistema y con ella sus ocupantes.
Pero la anomalía que mantiene actualmente tanta órbita excéntrica es Black Sánchez, un agujero negro -descubierto hace años por el astrónomo Voir Granovetter- que devora todos los escrúpulos y convicciones del sistema y genera unos campos gravitatorios bastante chungos. Este es, en resumen, el problema del infortunado sistema español: un enorme agujero negro que genera excentricidad. Pero él está tan feliz, y se hace muchas fotos.
Desde el miércoles de esta semana, se reúnen en la localidad de O Grove, en Galicia, una multitud de personajes de la política actual y pasada en nuestro país, para repasar a través de tres jornadas las cuestiones más relevantes del panorama político actual. En esta 3ª edición del Foro La Toja, presidido y organizado por el exministro Josep Piqué, que también fue el moderador de varias de las charlas de estos días.
Fuente:EFE
La apertura de este foro corrió a cargo del Rey Felipe VI, que advirtió que en un momento de recuperación “hemos de ser especialmente sensibles y atentos con quienes peor lo han pasado” durante la pandemia. El monarca también pidió especial atención a Iberoamérica como región fundamental en la defensa de los valores del multilateralismo y de la democracia ya que, para él, “cuando los analistas hablan de la erosión del mutilateralismo, del retorno de las tendencias proteccionistas, del poder de las técnicas de desinformación, de la volatilidad del orden internacional o del decaimiento de los valores tradicionales como fenómenos que están ocurriendo, es precisamente cuando más debemos hacer para defender la libertad y los valores que nos han permitido la democracia, cuando hay que avanzar en la construcción de sociedades abiertas”.
En esta primera jornada, y en relación a las primeras palabras del rey, el ministro de Asuntos Exteriores español, José Manuel Albares, presente también en el Foro La Toja, considera que América Latina, España y Portugal tienen “una forma de ser y estar en el mundo”. “Hay 500 millones de personas que hablan español y esa voz se tiene que oír”, dijo. El ministro anunció que cuando España asuma la presidencia de la UE en el segundo semestre del 2023 va a defender su relación con los territorios latinoamericanos, como defendía el monarca.
Fondos europeos y recuperación
Del mismo modo y en esta primera jornada, La vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, cree que España está frente a una “oportunidad extraordinaria e histórica” para acometer un proceso de transformación social y económico gracias al impulso del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. “Estamos en una nueva fase, la recuperación está en marcha y es muy intensa”, ha enfatizado la responsable económica del Gobierno, tras avanzar que “es el momento” de tomar decisiones necesarias para construir una España más verde, solidaria, digital, inclusiva y justa.
Rajoy – González, ejemplo para el PP y PSOE actuales
Ya en la segunda jornada de este encuentro, el plato principal de los tres días de evento residía en el encuentro entre los expresidentes, Mariano Rajoy y Felipe González, que han repasado el actual panorama político nacional. Ambos se encontraron en enorme sintonía en sus argumentos, defensa de la Constitución y rechazo a fórmulas en Cataluña que supongan el menoscabo de la conformación actual de España. De sus loas en favor del bipartidismo, la alternancia y el entendimiento entre las dos grandes formaciones políticas del país de sus intervenciones en los años anteriores, los dos ex mandatarios siguieron por la misma senda argumental poniendo hoy el foco en el encuentro que hasta mañana continua en la isla pontevedresa en la necesidad de alcanzar consensos entre PSOE y el PP, censurando por tanto que no se estén logrando. En este sentido, la falta de consenso en la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) fue uno de los temas más criticados por ambos a la falta de labor negociadora de sus partidos.
En términos económicos, El expresidente del Gobierno Mariano Rajoy se ha definido este jueves como “un prudente alegre” respecto al futuro de la economía española, siempre que “se hagan las cosas bien” y se genere “una cierta seguridad y certidumbre”; mientras que el también expresidente Felipe González ha pedido que haya consensos para la aplicación de los fondos europeos.
González ha reclamado también acuerdos para “optimizar” los recursos procedentes de la UE. “Si no lo hacemos bien se acabará la oportunidad. Y hacerlo bien es hacerlo de acuerdo. Si hay que equivocarse en algo, que sea con acuerdo”, ha reclamado sobre lo que cree que puede dar a España “mucha credibilidad” entre sus socios internacionales.
Rajoy ha reconocido la importancia de estos fondos y ha remarcado la diferencia respecto a la respuesta que se dio desde Europa a la crisis del año 2008, destacando la suspensión del pacto de estabilidad y la respuesta del Banco Central Europeo, que cree que en la crisis anterior “se hizo el loco y ahora está actuando inteligentemente”.
Esta buena sintonía entre ambos, unido a sus reclamaciones para el acuerdo entre los grandes ambos partidos históricos, son temas que, desde ‘La España que Reúne’ venimos reclamando desde hace tiempo, para fomentar la unión entre Partido Popular y Partido Socialista en la toma de las grandes decisiones de nuestro país, así como de garantizar el orden constitucional en España.
Política Territorial
Los presidentes autonómicos de la Xunta de Galicia, la Generalitat Valenciana, y las juntas de Castilla-La Mancha y Castilla y León, Alberto Núñez Feijóo, Ximo Puig, Emiliano García-Page y Alfonso Fernández Mañueco, respectivamente, han pedido “rigor” al Gobierno para una financiación autonómica equitativa. En este contexto, el presidente valenciano ha incidido en la necesidad de que cada comunidad “piense en el interés general, además de en el de su territorio”. Así, ha apostado por un sistema de financiación “basado en el rigor” y ha planteado un nuevo pacto que permita modernizar el país. De este modo, ha propuesto una revisión de acuerdos de 1981 en el que participen las comunidades.
Feijóo ha coincidido con Puig en la necesidad de abordar la financiación autonómica con “rigor” y ha puesto el foco en que, “si el 40% del gasto de las comunidades” se deriva del mantenimiento de los servicios sanitarios, resulta “un disparate plantear un sistema de financiación en base a la población”. Además, ha señalado que las comunidades a las que más “perjudica” el sistema de reparto actual son Murcia y la Comunidad Valenciana, mientras Galicia, Cataluña y Madrid “están en la media”.
García-Page ha remarcado que se deben “aplicar criterios con sensatez” y tener en cuenta el reparto de la población y el coste que conlleva la prestación de servicios en localidades pequeñas en la financiación autonómica, ya que, de lo contrario, se abandonarán. De hecho, ha constatado la “desigualdad” que conlleva esta situación y ha asegurado que “sigue habiendo emigración del interior hacia el Levante”.
Cierre de la III edición del Foro La Toja
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha reclamado este viernes, durante su intervención en la jornada de clausura del Foro La Toja, la necesidad de alcanzar grandes “acuerdos de Estado” a medio y largo plazo para afrontar los desafíos que presenta el futuro tras la pandemia y que, a su juicio, son la “transición ecológica, la digitalización de la economía, el cambio de modelo energético, y la actualización del modelo educativo”.
Para ello, Sánchez ha avisado de que hace falta “contar con el concurso de todos”, pensar “en el medio y largo plazo” y “movilizar los recursos necesarios para lograr” esos objetivos. A este respecto, ha señalado que es imprescindible una “fiscalidad justa” para consolidar el Estado del Bienestar.
El presidente ha aprovechado su intervención final para hacer un repaso de las medidas que está impulsando el Gobierno para salir de la crisis del coronavirus y para reclamar al resto de partidos e instituciones “unidad” y colaboración a la hora de afrontar reformas ineludibles que, a su juicio, solo se van a poder completar” si se asumen como “proyectos de país”
Desde ‘La España que Reúne’ queremos dar valor a iniciativas como estas que buscan el intercambio de opiniones para favorecer el avance de nuestro país. Foros como el del exministro Piqué dan valor a la democracia y a los ideales constitucionalistas y de diálogo que hemos defendido siempre desde esta asociación, son necesarios más eventos como este en nuestro país para poder seguir mejorando. Los grandes partidos deben hacer caso de sus líderes históricos y buscar la unidad desde los dos grandes partidos de siempre.
Tras las elecciones autonómicas a la Asamblea de Madrid, el Ministro de Justicia Juan Carlos Campo envió uno de los famosos “globos sonda” para reabrir la cuestión de los indultos a los líderes secesionistas condenados por el Tribunal Supremo en la causa del Procés.
Fuente: EFE
Se suele criticar al “sanchismo” como si este fuera un estilo político que tiene como fin la obtención del poder a cualquier precio, aunque esto implique debilitar las instituciones democráticas. El mayor desconcierto no surge por eso, pecado del cual no sólo se tendrían que redimir los socialistas, sino porque a priori el Gobierno no tiene mucho que ganar con este movimiento. El impulso de la recuperación económica, que vendrá tras el verano gracias a los fondos europeos, unido a la falta de escrúpulos ya demostrados para prorrogar presupuestos sine die y la colaboración de VOX para salvar el decreto para el reparto de dichos fondos, hacen que el PSOE pueda relajarse sabiendo que pasarán meses antes de perder una votación estructural importante.
También es cierto que si el modelo de sociedad que se defiende implica la desigualdad territorial absoluta donde unas regiones, curiosamente las más ricas, merecen unas prebendas determinadas con las que el resto tan sólo puede soñar y que este marco se debe aplicar en todos los aspectos políticos posibles, entre tanto cinismo, se podría defender de cara y abiertamente. En cambio, se nos vende un argumentario basado en la magnanimidad, el reencuentro y el perdón. Además, se compra el famoso “relato” del estado opresor y la nación agraviada que no reconoce a los catalanes no independentistas legitimidad alguna para discutir nada. Mientras, a los políticos, que malversaron dinero público para negar derechos fundamentales a más de la mitad de la población de su región, se les pone a la mesa. Muy poco barniz para una chatarra demasiado oxidada.
La dinámica es favorable a estos juegos. Sus afiliados apoyan al Gobierno en la concesión de los indultos aunque digan no estar de acuerdo, Moncloa provoca este tipo de magia. Para lo que sí ha servido es para reactivar la agenda gubernamental desactivada desde las elecciones catalanas. En su competición centrífuga el equipo de Sánchez se mueve mucho mejor que gobernando y tiene espacio que ganar tras la desactivación de Podemos. En ese combate identitario, el otro espectro no hay otra vencedor nato que el discurso “obrero y español” que VOX pretende articular.
Si bien de la manifestación de Colón nadie se atrevería a corregir a Trapiello, que se vieran Águilas de San Juan y la encendida retórica populista de Díez que hizo uso de la expresión del antiguo régimen dividiendo a los «españoles de bien» de los traidores a la patria no cabe duda que fué celebrado por Redondo (el Iván) y por el equipo de Abascal. No hubo foto, pero su retórica comanda.
Se dirá que VOX no ataca las instituciones. Lo cierto es que sólo las defiende en tanto y cuánto las puede utilizar para generar un espacio de confrontación contra los ataques de los partidos del Gobierno. Sus apoyos explícitos a Hungría y Polonia nos debería hacer ver que el Estado de Derecho les importa más bien poco.
Este uso de las instituciones para generar una narrativa de confrontación se pudo ver aquel día en boca de la presidenta Ayuso que tuvo que meter al Rey de por medio. El culmen de las paradojas de la política española, la política que más ha debilitado la Jefatura del Estado es la supuesta némesis de Sánchez.
Todos aquellos que pretendan fortalecer las instituciones democráticas deben proponer una identidad alternativa que pueda competir en esta dinámica de confrontación. Para ello, la estrategia a seguir no es la de confrontación iracunda contra el Gobierno, por mucho que entendamos que este es un agravio extremadamente grave, sino tratar de reducir la polarización afectiva a través de marcos alternativos ganadores. Pero a medio y corto plazo, hemos de esforzarnos en tejer acuerdos transversales entre diversos sectores de la sociedad, también con quiénes ahora apoyan al Gobierno para construir una hegemonía cultural constitucionalista.
En nuestro país necesitamos una regeneración tanto de políticos como de partidos..
Necesitamos políticos que tengan una serie de valores que se han perdido hace ya muchos años.
Políticos que conozcan la realidad del mundo profesional y laboral, que no se limiten a visitar los barrios, los mercados o las fábricas solo 15 días antes de las elecciones para intentar arrancarles el voto a los ciudadanos, con mítines que son meros planteamientos demagógicos.
Por lo que respecta a los partidos políticos en general y a los que gobiernan en particular
Necesitamos en general:
Partidos que defiendan la instauración de listas abiertas en las elecciones, en contra de las actuales cerradas y bloqueadas, que potencian el servilismo y la ausencia de voces críticas que fomentan que la supervivencia de los políticos en próximas listas y su permanencia a perpetuidad o para futuros destinos “dorados”, dependa precisamente de ese comportamiento servil y sumiso.
Partidos de los que no sintamos vergüenza ajena, cuando los vemos actuar en las sedes parlamentarias tanto del Estado como Autonómicas o Locales, en las que los debates que celebran no se ejerce una adecuado control a la acción del Gobierno, ni los que gobiernan tampoco responden adecuadamente a las cuestiones que se les plantean sobre su gestión, ni al rendimiento de responsabilidades por sus acciones u omisiones, sino que los debates suelen convertirse en un cruce de descalificaciones en los que el grueso de los parlamentarios más bien parecen palmeros aplaudiendo de pie a sus líderes en cada una de sus intervenciones, siempre que haya una televisión retransmitiendo el “espectáculo” .
Partidos que dejen de auto-clasificarse de izquierdas, progresistas, de derechas, de centro, anticapitalistas, liberales, socialdemócratas, comunistas, conservadores, etc. cuando ni ellos mismos saben definir exactamente estos conceptos y ni siquiera muchas de sus actuaciones se corresponden con los idearios que dicen defender.
Partidos que dejen de usar como argumento para definir, atacar o desprestigiar a los otros partidos adversarios, llamarles de forma despectiva, fascistas, ultraderecha, ultraizquierda, populistas etc.
Partidos que ante las crisis económicas o las pandemias como la que estamos padeciendo, dejen al lado sus diferencias y sean capaces de aunar esfuerzos mediante gobiernos de concentración, para juntos levantar el país.
En cuanto a los Partidos a los que les corresponde gobernar
Necesitamos Gobiernos que se dediquen a equilibrar el gasto público y reducir la desorbitada deuda pública que cada año aumenta de forma desmesurada:
El año 2020 se ha cerrado con 1311 billones de Euros de deuda pública, que supone un aumento de 122.439 millones de euros con respecto al año anterior y que corresponde al 117,1 % del PIB, y que por tanto acarrea el peligro que en un futuro no muy lejano nuestro hijos y nietos vean como el Estado no pueda costear actividades esenciales como la sanidad y la educación, los subsidios de paro o las pensiones.
Pero esto les importa poco a los actuales gobernantes estatales, autonómicos y locales, para los que no existen en sus programas y actuaciones, estrategias de medio o largo plazo que no sean pura demagogia, ya que en general su máxima preocupación son acciones a corto plazo encaminadas a captar el máximo de votantes, conseguir ganar las próximas elecciones y consolidar su poder.
Ante las crisis económicas la solución demagógica que implantan los gobernantes, es la subida de impuestos para salir de ellas, cuando lo primero que tendrían que abordar sería equilibrar el gasto público y no me refiero a realizar recortes en Sanidad ó Educación, sino recortar de forma drástica entre otros, el gasto en la contratación de altos cargos y asesores políticos tanto del Estado como de las Autonomías.
En altos cargos colocados por el Estado se pagaron en 2019, 36,45 Millones de €, y cerca de 50 M de € en asesores. En la actualidad en plena pandemia y con una brutal crisis económica y laboral, hay cientos de asesores contratados, con personas procedentes en muchos casos de los partidos que forman parte del Gobierno o de compromisos particulares, que posiblemente costarán este año más de 65 M de €, a los que hay que añadir el coste de los asesores de los diputados del Congreso y del Senado , a todos estos hay que sumar los asesores y altos cargos que están contratados en los Gobiernos de las diferentes Comunidades Autónomas, en las que existe una gran número y con opacidad de los costes totales que representan, a los que habrá que añadir las contrataciones de libre designación y de altos cargos de Diputaciones , Consejos Comarcales y Ayuntamientos.
Estas empleados que cobran sueldos públicos, a diferencia de los funcionarios públicos que han tenido que pasar unas oposiciones y se les exige unos estudios adecuados para ejercer las funciones que se supone que deben de desarrollar, son en muchos casos, personas que no se les contrata por criterios objetivos de formación y experiencia profesional, sino simplemente por criterios de afinidad política ó por parentesco familiar sin superar la mayoría de las veces ningún tipo de proceso de selección, sino que son contratados a dedo. Personas que cobran muchas veces salarios muy por encima de los 100.000 € y que por su Curriculum salvo en raras excepciones, nadie se atrevería a contratarlos en empresas privadas para asumir responsabilidades o asesoramientos similares ni mucho menos con los salarios que perciben
Cuando lo lógico es que estos puestos fueran desempeñados por los funcionarios públicos que ya existen y que cuentan con la suficiente preparación para desarrollar estos cometidos y que además garantizarían la neutralidad y eficiencia de las instituciones públicas.
En definitiva los partidos políticos cuando gobiernan, en este aspecto se podrían considerar como agencias de colocación.
Otro aspecto que deberían abordar los partidos en el poder, debería ser la reducción de la denominada”Administración paralela”, formada por un entramado de cientos de organismos, entes, fundaciones, asociaciones y empresas públicas.
Solo empresas publicas hay más de 2.200 en todo el país cuyos altos cargos son también cubiertos en muchas ocasiones a dedo por los partidos que están en los diferentes órganos Gobiernos del Estado, Autonómicos o Locales, para que dirijan las empresas públicas que dependen de ellos, en muchos casos sin tener experiencia en el ámbito o sector en el que están encuadradas y sin tan siquiera tener la experiencia necesaria en dirección de empresas, pero eso si cobrando unos sueldos desorbitados.
Pero también ocurre lo mismo por ejemplo con las casi 900 Fundaciones públicas.
En total el número de entes públicos supera los 5300 en España, sin que en muchos casos esté clara la utilidad, necesidad o eficacia de la función que realizan y todos directa o indirectamente con cargo a los presupuestos Generales del Estado y en definitiva costeados por los ciudadanos con sus impuestos.
También podemos sumar a ellos el coste de las estructuras duplicadas entre el Estado y las Comunidades Autónomas, como pueden ser los defensores del pueblo ,la cooperación internacional, los tribunales de cuentas, estadística, política exterior y un largo etc. , por no hablar de los casos que estas estructuras están hasta quintuplicadas(Estado, Autonomías , Diputaciones, Consejos comarcales y Ayuntamientos).
Todo este conjunto de entes y cargos públicos constituyen unas agigantadas y sobredimensionadas estructuras para sostener el sistema político del país, muchas de ellas prescindibles, con unos costes millonarios y sueldos desorbitados.
En cualquier caso, las que sean estrictamente necesarias, deberían de regirse en su funcionamiento por los criterios empresariales de eficacia y eficiencia, y que se establezca un sistema independiente que realice el control de la gestión, la auditoría de sus cuentas y la exigencia de responsabilidades ante gastos innecesarios, desorbitados o inversiones ineficientes y que a la menor sospecha de casos de corrupción, lo pongan de inmediato en conocimiento del sistema judicial.
Todo ello sin contar el entramado de millonarias subvenciones que se conceden a fundaciones, asociaciones o entidades, que pertenecen o son afines a los partidos políticos, ó subvenciones directas o encubiertas como gasto en publicidad institucional a medios de comunicación privados con el ánimo de controlar el llamado cuarto poder, sin olvidarnos del derroche de dinero en las televisiones públicas,
Controlar el gasto público, es un aspecto tan importante como el de la generación de ingresos mediante impuestos, así como la transparencia en su gestión, porque el dinero público a diferencia de lo que ha dicho algún político, si que tiene dueño y es el ciudadano el que lo aporta con sus impuestos y por tanto tiene derecho a exigir control y trasparencia en su gestión
En definitiva los ciudadanos nos merecemos unos políticos diferentes a los actuales, sin privilegios, sin sueldos vitalicios en ningún caso, sin retiros dorados en consejos de administración de empresas públicas o participadas del Estado, o en organismos internacionales, simplemente por pertenecer al partido político.
Nos merecemos políticos con adecuada formación y experiencia profesional que les capacite para las funciones que realizan, que respondan permanentemente a los ciudadanos de su gestión y así debemos de exigirlo la sociedad civil.
En resumen necesitamos Partidos Políticos cuya finalidad primordial sea el mantenimiento y mejora de las condiciones de vida de los ciudadanos, con una gestión eficaz, eficiente y transparente, de los medios que los ciudadanos ponemos a su disposición.
En el sistema de salud español la formación de los profesionales continúa tras la obtención de los títulos universitarios, para ello han de acceder a la FSE (Formación Sanitaria Especializada) donde durante 4/5 años se completa la formación mientras se trabaja (llamados R1, R2…), esto se realiza en centros hospitalarios repartidos por toda España.
(FUENTE: EFE)
El acceso a las plazas vacantes se realiza a través de un examen de oposición anual para el que la mayor parte de los opositores se preparan de una forma intensa varios años y su dificultad es de las más altas a nivel nacional. Se valora también el expediente académico del opositor.
En el año en curso son mas de 10.200 plazas, que en su mayoría son para graduados en medicina MIR (casi 8.000), a las que se añaden farmacia (FIR), psicología (PIR), química (QIR), biología (BIR), física (RFIR) y enfermería (EIR).
En las convocatorias hasta la fecha se ha priorizado el mérito y la transparencia. Para ello, tras la publicación de las listas con las notas, se procede a citar a los opositores, por orden de mayor a menor nota, en el ministerio para la elección de plazas. Esto se realiza de modo que en una sala con los representantes del ministerio y el grupo de opositores (150-300) presentes van eligiendo el destino por orden, publicándose cada día las plazas ya seleccionadas, hasta completarlas. De este modo se garantiza la transparencia, el mérito y el interés del opositor.
Hace pocos días, se ha publicado el cambio en la dinámica de adjudicación de plazas para este año. Con la excusa de la pandemia, el ministerio y su responsable en formación Dr. Vicent Martinez (puesto a dedo por el ministro ILLA), han diseñado una adjudicación telemática basada en una lista (que puede llegar a más de 7.000 plazas) de preferencias que debe proporcionar el opositor, recibiendo en unos días cada opositor el destino asignado. Esto ha puesto en pie de guerra a todo el sector sanitario y en especial a los afectados, que ven como desaparece la transparencia, la meritocracia y la libre elección. Los perjuicios son mayores para las parejas que, pensando en unir destinos, han aprobado y con la opción de paso de turno podían reunirse, la cual ha desaparecido.
Añadido a esto, el ministerio quiere que en menos de 10 días se incorporen a sus destinos ya colegiados, algo que, en la mayoría de casos, supone el establecerse en otra ciudad. Seguro que con los medios telemáticos existentes habría distintas opciones de gestionar esta asignación sin perjudicar a los opositores ni el sentido común. Algunas opciones las han aportado distintas asociaciones que representan a los afectados, las cuales se han ignorado.
Estos son los nuevos profesionales que tienen que ayudar a superar la crisis sanitaria en la que nos encontramos y en el inicio de su relación con el SNS (Servicio Nacional de Salud) encuentran que algo transcendente y que les afectará el resto de su vida, va a depender de la suerte y no de su esfuerzo. Que su empleador no tiene en cuenta sus demandas y como justificación dan que “es más equitativo”. No sabemos para quien, porque la gran mayoría de los afectados se sienten maltratados.
Una sociedad avanzada no debería permitir que se trate de este modo a profesionales del SNS a los que tenemos que agradecer su sacrificio y esfuerzo. La administración debe legislar teniendo en cuenta a los afectados, no el beneficio propio. Lo mas importante para todos es ver otro paso más en el desmantelamiento del sistema público de salud al que dicen defender.
Hay que apoyar en la medida que cada uno pueda para que este despropósito no se materialice. Los afectados se están movilizando y han organizado manifestación frente al ministerio de sanidad el próximo 25 de mayo a las 18:00 H.
Hubo un tiempo en el que vivíamos en un país digno. Un país capaz de perdonar su pasado y mirar al futuro. Que sabía perfectamente cuáles fueron los errores del pasado y miraba el porvenir con ilusión. Con todas sus limitaciones pero también con la fuerza de su reconciliación.
FUENTE: LA RAZÓN
Pero entonces todo cambió. El perdón tornó en revancha. El recuerdo en dolor. Y el orgullo de su reconciliación fue destruido a fuerza de considerarlo impostado. Lo que fue una transición digna, compartida y trabajada por todos, hoy es cuestionada y ultrajada.
Y a fuerza de hurgar en las heridas, se despertó lo peor que siempre tuvo España: el odio. Cuando despojas a una sociedad de sus símbolos y su orgullo, sólo obtienes miseria. La miseria moral del enfrentamiento identitario. Nos han despojado de nuestra identidad compartida.
Y ahora, pretenden construir identidades que lejos de unirnos nos enfrentan, nos dividen y nos debilitan. Nos clasifican entre buenos españoles y malos españoles. Todos hablan de patria, unos desde su conciencia de clase, otros desde el amor y la unidad de destino.
Todos aluden a una patria a la que profundamente denostan. Porque no es más patriota el que más defiende lo público, ni es más patriota el que con más orgullo defiende su unidad. Es patriota el que defiende lo que con tanto esfuerzo conseguimos: la dignidad como pueblo.
Una dignidad que construimos desde la ilusión compartida por vivir en democracia. Una democracia que pertenece a todos. Esa es nuestra verdadera unidad de destino y nuestro patriotismo social máximo. El respeto, la tolerancia y la libertad que tanto nos costó construir.
Cada vez que tengas la tentación de ver al otro como enemigo, recuerda a Santiago Carrillo y a Adolfo Suárez entre otros muchos. En ellos está nuestra dignidad como pueblo. En ellos está nuestra unidad de destino. La que hará que veas tranquilo el telediario con tus hijos.
Cuentan las lenguas antiguas que hubo un tiempo donde la política no era un espectáculo obsceno. Tiempos donde el honor guiaba la conducta de los gobernantes. Tiempos en los que el bien común parecía perseguirse. Tiempos en los que las locuras narcisistas de quienes se jactaban de ser los más audaces conspiradores quedaban evidenciadas, denudadas y burladas ante los ojos de todos, tan sólo con las palabras que enunciaban la razón.
FUENTE: EFE
El cristal del tiempo, tan sólo parece que nos deja ver los episodios más brillantes y loables. Detrás de él se esconden espectáculos dantescos y lodazales de corrupción. Pero, la degradación de nuestro debate público así lo facilita. Cada día, nuestros gobernantes tocan cargar contra sus adversarios. Sus mejores militantes entonces desenfundan sus móviles y como alumnos del Dojo Cobra Kai siguen aquello de “golpear primero, golpear fuerte y sin piedad” para lanzar sus narrativas a la boca del estómago del rival tratando de dejarle sin respiración el tiempo suficiente para que la retaguardia pueda viralizar lo que califican de “zasca épico”.
Cuando la política moderna comenzó. Izquierda y derecha combatían en torno a un ideal, la igualdad. Así nos explica Bobbio que mientras que la izquierda aspiraba a la igualdad material de todos los ciudadanos, la derecha lo negaba amparándose en la libertad económica que defendía como un bien a proteger. Ese debate, aunque tramposo, al menos propiciaba una discusión acerca de cómo obtenerla y qué políticas públicas debían seguirse. Es decir, que los políticos discutían acerca de cómo iba a ser su acción de gobierno. El eje de discusión, ahora, no trata de responder a qué hacer para comer, sino a quienes somos.
Quienes antes se habían encuadrado en el ala izquierda, se escudriñan ahora el ombligo para verse como víctimas de un sin fin de opresiones. Así lo denuncia Mark Lilla. Todos víctimas de algo pero no se sabe exactamente el qué. Si vivimos en tiempos líquidos, como defiende Bauman, todo es relativo y “la identidad sólo puede definirse de un modo impreciso, espumoso, resbaladizo, acuoso, impreciso”, pero todos eso grupos difusos quedan unidos entorno a una única categoría común: la opresión sufrida que se imputa a la democracia liberal. Comienzan así reivindicaciones identitarias diseñadas para lograr su reconocimiento y adquirir un estatus hegemónicos dentro del marco social. Reivindicaciones que se nutren de agravios dialécticos, pero que no reclaman transformaciones tangibles y reales. Porque pretenden olvidar que una rosa con otro nombre seguirá oliendo a rosa.
Los compases tribales no sólo se dan allí. A la otra vera, se arremete contra la globalización reclamando las esencias de la nación soberana. El temor a perder las referencias culturales propias sirve de combustible para inflamar su sentido de pertenencia a la comunidad primordial de sus ancestros, ya sea esta la correspondiente a la identidad local, regional o nacional. También desde aquí los equilibrios y los procedimientos de la democracia liberal son vistos como una traición a las decisiones soberanas del pueblo. El nacionalismo propugna: “Si el poder de la nación así se reafirma, permítase que el pueblo se gobierne así mismo, aunque lo haga en contra de la propia ley.”
Hoy, parece que nos hayamos quedado solos. La escena de aquel Quijote derrotado, que reclamaba su identidad a gritos inútiles mientras era arrastrado, se repite. Aquí, susurrando en medio de la tormenta, hay quienes todavía intentan zafarse de los grilletes de la nostalgia que provoca el sueño de la España que pudo ser. Hay que rechazar que nos embutan en una etiqueta plana de un grupo uniforme formado por clones de clones, hechos mediante la fotocopia de un molde. La ciudadanía es mucho más compleja. Nos recuerda que somos individuos libres, dotados de dignidad por el mero hecho de serlo, no porque pertenezcamos a un u otro grupo social. La idea de fundamentar nuestra identidad en nuestra adscripción a grupos es irrisoria, en tanto y cuanto pertenecemos simultáneamente a un número ingente de ellos (como señala Amartya Sen). Los principios liberales, y la propia idea de ciudadanía, parecen arrodillarse cuando más hacían falta para reconstruir nuestros estados. Esperaremos junto a ellos, hasta que el viento vuelva a levantarse.
El matrimonio de Fernando de Aragón y la princesa Isabel de Castilla en Valladolid el 19 de octubre de 1469, instaura la unidad de España actualmente proclamada por el Artículo 2 de nuestra vigente Constitución.
Fuente: EFE
Desde entonces, y a pesar de que historiadores como Ricardo García Cárcel consideran que Cataluña nunca ha sido un Estado autónomo sino que siempre ha dependido jurídicamente de otros, con fútiles e injustificadas pretensiones independentistas, mediante el concurso de inconscientes ciudadanos dirigidos por una horda de irreflexivos apátridas catalanes, entre 1640 y 1652, en 1873, 1931 y 1934, han atentado contra la unidad de España con la secesión de Cataluña sin conseguir más que un lamentable y estéril derramamiento de sangre.
Continuando con la tabarra independentista, los actuales dirigentes catalanes, secundados por un electorado con el cerebro lavado durante 4 décadas con el germen separatista, e inconsciente de la trascendencia de su actitud, amenazan con revueltas populares para conseguir sus anticonstitucionales objetivos.
Anteponiendo los intereses partidistas y personales a los de España y de los españoles, los secesionistas catalanes han llegado a inconfesables pactos con los gobiernos del PP y PSOE, traducidos en la tolerancia del hostigamiento y odio de todo lo español y de la implacable persecución del idioma español y de cuantos lo hablan, la transigencia ante las ofensas e injurias a nuestras instituciones y símbolos nacionales, la liberalidad ante la corrupción de destacados dirigentes independentistas catalanes y familia, y el consentimiento de “embajadas catalanas” en el extranjero, todo ello con una prodigalidad presupuestaria que admite una deuda catalana de ochenta mil millones de euros que despierta la envidia del resto de comunidades autónomas.
Para colmo de desgracias, el vicepresidente segundo del gobierno da tres cuartos al pregonero sobre la dudosa calidad democrática española por mantener en presidio políticos catalanes independentistas condenados por sedición.
Ante esta progresiva deriva independentista, los gobiernos del PP y PSOE no han arbitrado las medidas que el caso demanda, tales como la promulgación de leyes que impidan la presencia de partidos independentistas en el escenario político y la presentación de sus candidatos a los distintos comicios sobre todo si están huidos o se encuentran cumpliendo condena por sedición sin expresar arrepentimiento alguno por sus acciones sino más bien al contrario, reafirmándose en ellas con amenazas de repetirlas.
Los resultados de las recientes elecciones autonómicas catalanas en las que los partidos independentistas alcanzan mayoría para formar gobierno constituyen a estas alturas una burlona provocación a España y a los españoles.
Para conjurar similares amenazas, el cardenal Cisneros, con ochenta años y regente de España por segunda vez, ante unos magnates encabezados por el Duque del Infantado que en nombre de una aristocracia rebelde trataron de intimidarle preguntándole insolente y altivamente en virtud de qué poderes ejercía el mando del reino, exigiéndole que mostrara los poderes que tenía para gobernar.
Cisneros abrió el balcón del aposento en que se hallaban mostrando una compañía de soldados que le daba guardia y unos cañones emplazados en el patio al tiempo que pronunciaba su histórica frase: “éstos son mis poderes”. Y como dice Cervantes, la levantisca nobleza “caló el chapeo, requirió la espada, miró al soslayo, fuese, y no hubo nada”, utilizándose en adelante la frase para definir la fuerza como derecho.
En el cardenal Cisneros no es posible albergar duda alguna, tanto de sus sentimientos humanitarios, benevolentes, piadosos, caritativos, compasivos y pacíficos, como de su amor y servicio a España y a los españoles, y de su sentido de la responsabilidad del cargo que por Real Orden le fue encomendado.
Respecto a la forma en que los dirigentes españoles hicieron frente a los afanes secesionistas catalanes desde 1640 hasta 1934, cabe decir que, cumpliendo con su deber, construyeron la España que ha llegado hasta nosotros y que algunos independentistas catalanes intentan desestabilizar.
España y los españoles no podemos continuar por más tiempo siendo el blanco de burlas y humillaciones de irresponsables rupturistas de nuestra unidad, por cuanto se hace necesario afrontar la disyuntiva que se nos presenta: o permitimos la vulneración de nuestra Constitución dejándonos atropellar por estos apátridas secesionistas o imitamos la ejecutoria del cardenal Cisneros y nuestros gobernantes históricos, sin olvidar que en la unidad de España decidimos todos los españoles y que en su defensa se deben emplear todas las herramientas legales a disposición del Estado.
En cualquier caso, sería inhumano prolongar una agonía tan persistente