Leonor y Sánchez

La princesa Leonor juró la Constitución española la semana pasada en el Congreso de los Diputados, en una ceremonia especial con motivo de su 18 cumpleaños, siguiendo el ejemplo de su padre en 1986, cuando tenía su misma edad. De esta manera, la heredera al trono se acerca cada vez más a su futura posición como reina de España.

FUENTE: EFE

Cuando su padre fallezca, abdique o no pueda continuar en el cargo, ella se convertirá en la Jefa del Estado, siendo la primera reina titular (no consorte ni regente) de España en más de 120 años.

Este escenario no es sorprendente, ya que Leonor goza del respaldo de la opinión pública y representa el futuro de la Monarquía en España. Siendo joven y mujer, ella se convierte en una figura clave para la institución, capaz de renovarla y superar las sombras y escándalos del pasado, particularmente los relacionados con su abuelo. Leonor ha ganado cada vez más apoyo y es actualmente la miembro de la Casa Real mejor valorada, incluso por encima de su padre, el rey Felipe VI.

Según una encuesta de Sigma DOS, un 63% de los españoles considera que la princesa Leonor será una “buena Jefa del Estado para España”, en comparación con el 23% que no lo cree. Además, el 64,2% opina que la imagen de la Corona está mejorando en la sociedad española, en contraste con el 29% que piensa lo contrario. Un amplio 60% de los españoles cree que Leonor llegará a ser reina, mientras que solo el 23% cree que cambiará el modelo de Estado antes de heredar.

Este apoyo a Leonor llega en un contexto en el que la Corona española ha experimentado un notable distanciamiento de la sociedad en los últimos años. Factores como la conducta del rey emérito Juan Carlos I y cambios en la política, con la aparición de partidos republicanos en el Gobierno y el Parlamento, han contribuido a este fenómeno. Además, los escándalos sexuales y económicos de Juan Carlos I han afectado la reputación de la Monarquía y la Casa Real.

A pesar de los desafíos, algunos analistas argumentan que la Monarquía ha superado la mala racha de su predecesor con la llegada de Felipe VI, quien ha ganado la confianza de una parte significativa de la sociedad, especialmente en el espectro conservador. Además, la familia real ha logrado desvincularse de Juan Carlos I.

En cuanto a la popularidad de la Monarquía en comparación con la República en un hipotético referéndum, es difícil predecir su resultado. Sin embargo, es importante destacar que el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), el principal instituto demoscópico español, no ha preguntado sobre la Monarquía o la Familia Real en sus encuestas desde 2015.

Lo que es evidente es que, en los libros de Historia de España, se registrará la imagen del presidente Sánchez junto a Leonor, asegurando la lealtad de su Gobierno. No obstante, también quedará registrado que su Gobierno incurrió en una flagrante deslealtad desde el principio, sin que el presidente haya desautorizado o reprochado la conducta de sus ministros.

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