Pensar antes de actuar

La catastrofe natural de La Palma ha sacado lo mejor de las personas con innumerables acciones por parte de personas y asociaciones de todo el país para poner de forma desinteresada toda la ayuda que está en su mano y que, sin duda, necesita la isla..

Fuente:EFE

De nuevo y por desgracia, ha sacado también lo peor de algunos políticos, que no han sopesado las consecuencias de algunas de sus decisiones y palabras para tratar de calmar los ánimos, los cuales han terminado alterando

Los casos más sonados hasta el momento han sido la de la ministra de Turismo, Reyes Maroto; el alcalde de la capital de España, José Luis Martínez-Almeida y el senador ‘popular’ Rafael Hernando. Sus resbalones o grandes fallos han sido producidos por distintas y desafortunadas acciones que, creemos que sin ánimo de causar malestar en los españoles, esperamos que no se produzcan más por parte de nuestros representantes políticos.

En el caso de la primera, la ministra Reyes Maroto tuvo un desafortunado comentario con respecto a la erupción de Cumbre Vieja. La ministra de Turismo definió el volcán como un «espectáculo maravilloso» y un reclamo turístico aprovechable, mientras cientos de personas veían como perdían todo lo que tenían. De esta forma, la ministra de Turismo ha querido priorizar la tranquilidad del turismo sobre las cientos de familias que están sufriendo en la incertidumbre que rodea a la isla desde hace varias semanas y sin dejar de obviar la peligrosidad de este suceso en las vidas humanas, ya sean turistas o no.

Por parte del alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, su proposición de ayuda a La Palma no ha gustado demasiado a los madrileños, que han visto como el responsable de su ciudad ha ofrecido todos los medios a su disposición para tratar de paliar o controlar los efectos de las erupciones. Esto no debería ser en ningún caso un resabalón, el problema viene cuando hablamos de su gestión el pasado año con la llegada de la borrasca Filomena. Durante el temporal el alcalde prometió a los madrileños la movilización inmediata de todos los recursos para evitar el colapso de la capital de España, lo cual no llego a ser cierto y fue utilizado por el alcalde popular en una maniobra contra el gobierno de Pedro Sánchez.

El último de los casos lo protagoniza el senado Rafael Hernando, que criticó con dureza que los ministros y el propio Pedro Sánchez se acercasen a La Palma a “hacerse la foto” cuando miembros de su partido acudieron del mismo modo a la isla en un acto considerado previamente por él como una falta de respeto a los afectados y una frivolidad ya que su presencia no iba a hacer más que estorbar.

Es una vergüenza que hasta en las grandes catástrofes los políticos de los dos grandes partidos de nuestro país, que deberían ser ejemplo de saber estar y de ejemplo democrático, no hagan más que actuar de forma irresponsable para con sus actos y palabras. La política no es un circo mediático y no pueden ser las figuras políticas las que quieran convertirlo en ello para recibir un rédito partidista y, como decía el señor Hernando, frívolo. La sociedad está muy descontenta con el trabajo de nuestros políticos y es por cosas como estas. Señorías, tomen conciencia de sus actos antes de que sea demasiado tarde.

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