Adiós, don Nicolás

Lo amargo de los obituarios es la despedida del que se va. A pesar de que lo haya logrado trascienda por encima de uno, el dolor de la familia y de la democracia. 

Un hombre que lucho por la España que ahora tenemos y que sería un rara avis a día de hoy en la izquierda tal y como se encuentra en la actualidad. Una figura clave en la Transición y de la lucha sindical de los años 80.

El histórico líder de la UGT, Nicolás Redondo Urbieta, falleció el 4 de enero de 2023 a los 95 años dejando un gran legado a sus espaldas.

«Un imprescindible del sindicalismo en España durante la dictadura, la transición y la democracia», un «sindicalista extraordinario al que este país le estará siempre agradecido», un «luchador por los trabajadores y por las libertades, contra Franco o también contra ETA». Elogios como éstos se acumulan para despedirse de Nicolás Redondo, una de las figuras sin las que no podemos entender la historia del sindicalismo ni del movimiento obrero en España.

Nicolás Redondo siempre trabajo en lucha por las libertades y la democracia. Como su hijo Nicolás Redondo Terreros, el histórico líder de UGT no dudó en significarse contra la cruz gamada que ETA y el régimen nazifascista de Arzallus había impuesto en su propia tierra.

Como tantos y tantos luchadores comunistas, socialistas, anarquistas o sindicalistas, el de Barakaldo formó parte de la Rebelión Democrática, apoyando a organizaciones como Foro de Ermua o Basta Ya, significándose públicamente en una época en la que eso significaba poner tu cabeza en una diana. Firmando manifestos como “No es Cierto” o “Sí, tenemos que decidir”, contra el terror fascista de ETA y las imposiciones etnicistas del Plan Ibarretxe. El 9 de julio de 1980 dejó una frase para la historia: “Hay que luchar contra ETA como se luchó contra el franquismo” y ahora nos hemos olvidado de quien es ETA.

Nicolás era un hombre fiel a sí mismo, nunca traicionó su ideario socialista. Decidió abandonar su escaño parlamentario al verse obligado a convocar una exitosa huelga general contra la política económica del gobierno de Felipe González. En el congreso de Suresnes a Redondo le ofrecieron ocupar la secretaría general del PSOE, pero declinó en favor de Isidoro, el joven abogado laboralista sevillano con mucho gracejo y un piquito de oro. Esa brillante oratoria y las circunstancias del momento cosecharían una brillante victoria electoral en octubre de 1982, gracias al tándem que Felipe formaba con Alfonso Guerra. Esa noche Redondo debió pensar que su renuncia fue muy certera.

Sin embargo, no tardaría mucho en verse decepcionado con el gobierno afín a su sindicato. Felipe se sabía imprescindible para concatenar las victorias electorales y el partido tenía que seguirle a cualquier precio, incluyendo una escisión interna entre felipistas y guerristas, pero su crédito político empezó a declinar al confrontaste con una impactante huelga general. Los obreros decidieron secundar mayoritariamente la convocatoria sindical. El 14D casi provocó la dimisión del presidente socialista, pero lo que se produjo fue la ruptura con su propia fuerza sindical. Para no tener que votar los presupuestos generales Redondo había dejado su escaño antes de convocar, junto a Comisiones Obreras, la histórica huelga general de 1988.

Que la tierra sea leve para los que como Nicolás Redondo han dejado toda una vida de lucha por los trabajadores y por las libertades.

1 comentario

  1. A. Javier dice:

    DEP Nicolas. Ejemplo de coherencia y entrega por causas justas, sin necesidad de polarizar ni crispar. Ni usar manuales de manipulación. Prístino y honrado a carta cabal.

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