
España, con una superficie de algo más de medio millón de kilómetros cuadrados e integrada en la Península Ibérica con casi seiscientos mil kilómetros cuadrados, es un territorio que nunca ha estado bien vertebrado, desde un sentido estructural de comunicación.
Fuente:EFE
Se decidió que desde Madrid, en una configuración radial, se había determinado el modelo, bien es cierto que el territorio madrileño quedaba bien comunicado, por el contrario, la deficiencia de articular un sistema de redes que vertebrara todo el espacio geográfico, no se había hecho.
Y lo que es peor, por razones que más adelante analizaremos, todo el movimiento económico de transporte de mercancías, o una gran parte de este, se realiza a través del eje Mediterráneo, por lo que las cargas se trasladan de Oeste a Este, con el consiguiente incremento de costes y desplazamiento de las empresas, produciéndose como consecuencia el vaciamiento de los territorios del interior de la Península.
Pues bien, si entendemos que esto es así y que no tiene ningún sentido dejar muerto en actividad a las tres cuartas partes del país, debemos ser capaces de aportar capacidad productiva a la totalidad del territorio nacional, y esto significará que los sectores económicos, todos ellos, tendrán desarrollo suficiente para garantizar que las crisis económicas no tengan un impacto tan radical como sucede ahora. Hay que tener en cuenta que nuestro eje principal en economía productiva es el sector servicios, soportado por el turismo, pues bien: ¿qué sucede cuando llega una crisis? Que las personas lo primero que dejan de gastar es en servicios de ocio, cultura, turismo… y lo peor es que cuando se supera el momento, es lo último que incorporan a sus vidas.
Por tanto, sin renunciar a este capítulo, es necesario que la industria, en su más amplio espectro, se desarrolle y lo haga por todas las comunidades, pero para esto se debe estructurar bien todo el país y, por tanto, conseguir una complementariedad idónea entre la producción y el transporte de las mercancías hasta los mercados. Esto significa que es preciso conseguir una vertebración de todos los territorios para hacer dinámico y rentable el comercio.
Planteémonos cómo sería una competitiva estructuración de la Península Ibérica que permita evitar los cuellos de botella, que se producen en la actualidad, en las salida de Port Bon e Irún: 1-La activación del Eje 16 de la Red Transeuropea de Transporte: Sines/Algeciras- Madrid-Zaragoza- París, atravesando el Pirineo por la provincia de Huesca. 2-El Corredor Cantábrico- Mediterráneo. 3- Corredor Atlántico. 4- Corredor Atlántico- Mediterráneo.
Todo esto daría un importante papel logístico a la Península Ibérica, conectando África con Europa y salida a través de la red de Puertos del Estado. Imaginemos el significado que tendría esta nueva imagen con una evolución empresarial aprovechando los recursos que se dan en todo el espacio peninsular debido a la enorme capacidad comercial que se desarrollaría.
Esta articulación, apoyada con el desarrollo tecnológico correspondiente, permitiría un radical cambio en lo que ahora se conoce como la España vaciada, sin duda, la producción industrial se vería multiplicada como un sembrado productivo.
Como menciono en la primera parte del artículo, la situación actual es que un eje principal de salida a Europa es el Mediterráneo, y la pregunta sería: ¿por qué solo este?, y la respuesta viene dada: por una exclusiva cuestión, es un tema político. El desarrollo turístico está basado de forma importante en el Mediterráneo, lo que hace que la población establecida en ese lugar derive en el mayor número de representantes políticos (diputados, senadores, ayuntamientos, comunidades ) y esto significa que el interés por la zona margina al resto del país, con exclusión de Madrid y poco más.
Creo que mentalizarnos de que España con Portugal conforman un potencial económico de enorme capacidad, debe ser la tarea en la que tenemos que trabajar para hacerla realidad. Es absurdo que siendo la Península Ibérica un nudo de conexión comercial tan fundamental lo dejemos escapar por algo tan mezquino y temporal como una posición política que, además, es artificial. Hagamos que la vertebración ibérica sea el interés de todos.
¿No piensa la institución que el ingreso en la Franja y la Ruta china (BRI) podría ser el modo de mitigar algo esas limitaciones? No entiendo la ausencia de China de este planteamiento racional de vertebrar España. Ya se ve que en ausencia de plan se propone despiezar Madrid. Los medios chinos son virtualmente inacabables.