
Desde la llegada del Gobierno de coalición entre PSOE y Podemos, RTVE ha vivido su peor momento de sesgo en todo el periodo democrático, retrocediendo tanto en calidad informativa como relevancia.
Es el momento de tomar la oportunidad que da el nuevo Consejo de Administración de la radio y televisión pública nacional para ordenar un servicio público necesitado de profundas reformas.
RTVE debe ser libre y plural, algo que no ha sido en los últimos años. Esto ha hecho que una institución tan importante y con un fin público tan vital para la democracia esté intervenido por los partidos políticos de turno en el Gobierno. En este sentido, la labor de la nueva dirección debe empezar por la recuperación de la neutralidad, la independencia y la credibilidad que ha perdido frente a la sociedad española, un trabajo complicado que debe motivar al nuevo Consejo y particularmente a su presidente Pérez Tornero.
Estos últimos tres años bajo la administración provisional de Rosa María Mateo, RTVE ha sufrido una involución escandalosa, favoreciendo desproporcionalmente determinados discursos, personajes y lobbies dentro del espectro informativo nacional, protegiendo al sectarismo. Esto es algo que debe llegar a su punto final.
Es momento de tener una mirada optimista, pero también crítica y analítica, y corregir errores”. Desde ‘La España que Reúne’ queremos contribuir con cinco puntos de mejora para la reconstrucción de la credibilidad y el servicio público de este medio de comunicación:
- RTVE debe cumplir con su servicio al mandato constitucional de la Ley 17/2006 que implica la defensa de las instituciones, facilitar el debate democrático y la libre expresión de opiniones y la cohesión de los valores nacionales.
- RTVE debe ser un modelo de gasto y financiación ejemplar que trabaje para la ciudadanía que contribuye con sus impuestos al sostenimiento de la radio y televisión pública en España.
- RTVE tiene que recuperar su posición en la cultura audiovisual de nuestro país con un reenfoque de medios económicos para su fomento.
- RTVE debe evitar los programas y contenidos sectarios, no puede ser un medio de adoctrinamiento, y velar por la información y la verdad para la ciudadanía con interdependencia de su ideología.
- RTVE debe ser un organismo independiente al Ejecutivo para cumplir con la función de servicio público. Debe, asimismo, liberarse de las presiones de lobbies internos organizados que controlan desde hace décadas los contenidos y enfoques, para dar paso a la profesionalidad y el buen hacer periodístico.
En suma, es momento de ser optimistas y creer en que un cambio es posible y debemos desear a Pérez Tornero y el resto de los miembros del nuevo Consejo de Administración la mayor de las suertes en esta andadura para recuperar la radiotelevisión pública.