Romper los consensos constitucionales… y generacionales

No basta sólo con romper los consensos políticos nacidos de la Transición. También rompemos la necesaria solidaridad inter generacional, la relación más básica entre jóvenes y mayores, padres e hijos, abuelos y nietos. El sistema público de pensiones es mucho más que asegurar un nivel de vida razonable para los años posteriores a la jubilación (para eso durante la vida laboral se cotiza a un sistema de seguro donde lo que se cobra es proporcional a lo que se ha pagado). Es dar la estabilidad social necesaria para el intercambio entre generaciones, siempre acumulando un capital físico, económico y social que va acrecentándose conforme pasa el tiempo.. 

Confundir el sistema público de reparto con una ‘caja de beneficencia’ al más puro estilo de las sociedades pre-industriales, donde es posible extraer recursos productivos sin límite para privilegiar a un grupo social frente al resto, constituye una de las decisiones más irresponsables que se han tomado en los más de 35 años de reformas y retoques que lleva nuestra Seguridad Social. En los próximos 5-10 años se jubilará una parte importante del ‘baby-boom’, entrando con bases de cotización elevadas y, por tanto, subiendo de manera muy notable el gasto en pensiones. A finales de esta década, aproximadamente 1 de cada 3 euros de gasto público se destinará al pago de pensiones.

Éste es uno de los mayores retos a los que nos enfrentamos como sociedad en tiempos de paz. Y lo hacemos en un momento no especialmente propicio dada la ruptura generalizada de puentes ideológicos, lazos personales y tensiones sociales. Una reforma como ésta que sólo se ha pactado con los sindicatos, que sólo persigue una apariencia de cuadratura contable ante la Comisión Europea después de años de déficits por encima de los 20.000 millones de euros anuales y una deuda acumulada de la Seguridad Social de más de 100.000 millones, falla tanto en el fondo como en las formas. Una reforma de la relevancia de ésta requiere del consenso de los dos grandes partidos y de la totalidad de los agentes sociales, incluyendo a los autónomos, otros sindicatos representativos y las patronales. 

Se ha vuelto a cometer el mismo error que en la reforma de 2013, cuando el PP usó su mayoría absoluta para imponer su reforma de pensiones sin ni siquiera hacer el esfuerzo de pactar con el PSOE y los agentes sociales. En aquella ocasión, el fondo era bueno, pero las formas fueron pésimas. En esta ocasión, ambas (fondo y formas) son malas. La reforma de las pensiones del Gobierno de coalición es muy sencilla: vamos a sacar más dinero de los trabajadores para dárselo a los pensionistas. Da igual cómo lo queramos llamar. Además, los trabajadores se las verán peor para obtener su pensión en unos 20 o 30 años.

Los tres mosqueteros -Escrivá, Álvarez y Sordo- vuelven a triunfar. Ni más ni menos que la subida del salario mínimo y la segunda parte de la reforma de pensiones. Si bien es cierto que la primera no es una competencia de los agentes sociales, más allá de ser órganos consultivos.

La reforma actual ha sido consensuada ente los dos partidos del gobierno, con los sindicatos y con la Unión Europea (imprescindible para poder recibir los fondos). Pero lo cierto es que a Bruselas no le importa que tengamos más o menos impuestos ni a qué se destinen, sino que no tengamos déficit excesivo.

El sistema es insostenible. no es la primera vez que mostramos los motivos: la pirámide poblacional y las previsiones a futuro demostraban que es imposible que las pensiones del futuro sean tan altas, principalmente porque no va a haber suficientes trabajadores para mantenerlas. Durante las últimas décadas se ha ido reformando para recortarlo y endurecerlo, pero de momento no toquemos los derechos de los actuales pensionistas y démosles el IPC que gastaremos más que nunca. España cada vez incrementa más el peso del estado sobre la economía, pero no ofrece ni más ni mejores servicios, sólo aumenta el número de pensionistas y la generosidad con los mismos.

El ‘destope’ progresivo a todos los salarios, lo que afecta especialmente a los trabajadores con ingresos superiores a 54.000 euros. Anteriormente había un mínimo y un máximo, al igual que en las pensiones, este es el motivo del tope máximo a la cotización. Pero el máximo se va a acabar. 

El destope será progresivo en lo que aumente el 1,5% + IPC, aumenta también la pensión máxima que se puede obtener de la seguridad social, pero no al mismo ritmo. Solo este destope de cotizaciones sociales hará que cuando la reforma esté implementada (alrededor del 2050) los trabajadores que cobren entre 60.000 y 80.000 euros, tendrán un tipo marginal (el que se paga cada euro adicional) de más del 60%. ¿Comprendemos el problema y el coste de mantener las pensiones? Es una reforma que penaliza el trabajo y el talento, a parte del efecto que va a generar paralas empresas y que pondrá en peligro puestos de trabajo.

Adicionalmente se aprueba un mecanismo automático para aumentar las subidas de las cotizaciones sociales si la AIREF determina que existe un desequilibro financiero en la seguridad social. Es decir, se subirán las cotizaciones sin que sea necesario que se apruebe en Cortes salvo que haya un acuerdo parlamentario al contrario. Es decir, el sistema actual ha aprobado que se exprimirá a los trabajadores, especialmente los más jóvenes todo lo que sea necesario para pagar las pensiones. Sin que estos tengan garantizado una pensión el día que se jubilen, desapareciendo así la famosa hucha de las pensiones.

Esta reforma se fundamenta sobre abuso hacia jóvenes y trabajadores.

2 comentarios

  1. A. Javier dice:

    1- Auditoría urgente de gastos superfluos del Estado (distintas administraciones y órganos de gobierno).
    2- Reducción en 5 años de todo lo superfluo (ya habría dinero para sostener las pensiones).
    3- Inicio en 2025 de sistema individualizado (capitalización) y progresivo en 25-50 años (2050-75), para pasar del 2/4 % el 1º año al 100% el último, similar al modelo Austríaco-Noruego.
    4-en 2030: Pensiones sin problemas y bajada generalizada de impuestos (ahora son un atropello). Aumento de la productividad en España=más riqueza disponible.

  2. A. Javier dice:

    Perdón..debía decir “sistema mixto”…modelo danés.

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