
Los españoles tienen ahora el mayor salario medio de su historia, unos 1.900 euros mensuales, pero nuestro poder adquisitivo es el menor de los últimos 25 años.
La inflación está engullendo el avance del salario medio, que ha crecido de media un 4,1% en el último año, a la par que el poder adquisitivo se ha reducido en trece comunidades autónomas, con Navarra, Asturias y Castilla-La Mancha a la cabeza. Al cabo del año, el asalariado medio tiene 157 euros menos en su bolsillo de los que tenía en 2020.
La capacidad de compra del salario medio neto en España ha caído un 0,7% en los últimos dos años, cuando hace un año crecía un 0,6%. Los datos, extraídos de un informe de Adecco, comparan las diferencias entre el último trimestre de 2022 con el mismo periodo de 2020, cuando la economía doméstica todavía sufría el impacto de la pandemia.
Estos datos vienen provocados en parte por los efectos que las alzas salariales ocasionan en una economía con tantas debilidades como la nuestra, y en un momento complicado para la economía mundial. El salario mínimo contribuye de igual modo a alimentar una espiral de la cual sus beneficiarios no van a poder disfrutar.
En una situación tan complicada también para las empresas, penalizar su actividad aumentando sus costes puede afectar a los puestos de trabajos de miles de españoles. El Gobierno ha entrado en periodo electoral y alcanzar los máximos votos posibles con medidas como las últimas ejecutadas, populistas para lograr un puñado de votos de las personas que sufrirán las consecuencias de estos cambios en la economía nacional.
Las políticas sociales no se pueden confundir con políticas económicas porque se condena al tejido productivo a una pérdida de competitividad brutal que agravaría los problemas del actual sistema económico.
Llama la atención sobre el hecho de que incluso en comparación con 2020, cuando miles de trabajadores se encontraban en ERTE por el mazazo económico que supuso la pandemia, la capacidad de compra se haya menguado. La inflación ha carcomido hasta tal punto el poder de compra salarial, que el mismo ha caído por debajo de los datos de 2020. Es decir, la inflación tiene un mayor impacto negativo sobre el poder de compra del salario medio que el que tuvo el hecho de que más de tres millones de asalariados cobraran un 30% menos de su salario por estar en ERTE.
Todas las comunidades acumulan seis trimestres consecutivos con incrementos interanuales en el salario medio nominal, que ha marcado récords en todas ellas. Frente a estas subidas generalizadas en los salarios, el poder adquisitivo ha caído en trece comunidades. Solo Cataluña, Comunidad Valenciana, Baleares y Canarias se libran de los descensos, con la salvedad de que la subida relativa en los archipiélagos viene de pérdidas muy marcadas durante el año anterior, por la incidencia de los ERTE.
Acertado análisis. Contrasta con las subidas, en casi todos los casos indecentes, de retribuciones de los altos directivos del IBEX, véase el caso de los 300 millones de € en bonus de Iberdrola. Pura avaricia.