EL BLOQUEO SE EJERCE DESDE DENTRO

Estas semanas se está jugando una partida de ajedrez entre el PSOE y el PP con Unidas Podemos atendiendo al tablero. Un tira y afloja en el que ninguna de las dos partes quiere ceder sin la posibilidad de conseguir algún rédito que vender a su electorado como una victoria sobre el rival, pero cuando Unidas Podemos entra dentro de las negociaciones la partida se complica. En este momento del tira y afloja, tanto Sánchez como Casado, han ejecutado un enroque para proteger a su rey dejando la partida empatada a la espera de nuevos movimientos del ‘rival’.

FUENTE: EFE

La última semana de febrero comenzaba bien para el electorado constitucionalista, que veía como en muy poco tiempo el PP y PSOE se sacaban de la chistera la renovación del Consejo de Administración de RTVE sin mucho revuelo y dejaban parte del terreno pisado para comenzar a negociar la renovación del Consejo General del Poder Judicial, una gran noticia tras este primer año de pandemia en el que no han cesado los reproches entre ambos partidos responsabilizándose entre ellos de no querer sentar se negociar seriamente y desenquistar la situación.

La pregunta ahora es: ¿Qué está pasando para que no salga adelante la negociación del CGPJ? Para los populares no hay cabida para los jueces Victoria Rosell y José Ricardo de Prada dentro del organismo judicial por su evidente vinculación ideológica con el partido morado, lo que les hace incompatibles con el principio de imparcialidad que, se pretende, tengan los miembros del CGPJ. Es aquí dónde los partidos presentes en el Gobierno se cierran en banda, acusan al PP de no querer sentarse a negociar seriamente cómo si hicieron con RTVE en la misma semana, algo que Pedro Sánchez, en la reanudación de las ruedas de prensa en Moncloa, calificó como “una falta de voluntad” de la oposición y les pide diálogo y no vetos para sacar adelante la negociación.

Este no es un problema solo del PP de no querer a los jueces propuestos por Unidas Podemos, sino de la propia formación morada por el inmovilismo que han generado dentro de los partidos que componen el Ejecutivo para con sus letrados y con el que sientan el pretexto para acusar a la formación de Casado de no querer sacar la renovación adelante. Sánchez debe darse cuenta que, con el PSOE y Podemos, no puede sacar adelante la reforma del CGPJ; necesitan ponerse de acuerdo y salir de este enroque que, claramente no lleva a ninguna parte.

De esta forma, la situación de inmovilismo generada por la proposición de candidatos intolerables para alguna de las partes pueda ejercer un efecto rebote no deseado, con una guerra de opciones politizadas en el que ninguna de las partes quiera aceptar las proposiciones del otro. La única forma de salir de esta situación es la de la negociación entre partidos, algo que algunos no han entendido; esto no es un tira y afloja y, para conseguir revertir el bloqueo, deben entrar todos los grupos políticos, no solo Gobierno y oposición.

PSOE y PP deben tomar consciencia de la necesidad de cerrar el acuerdo y son conocedores de que, entre ambos, pueden conseguirlo en el Congreso para acabar con dos años y medio de bloqueo en el sistema judicial. Sánchez tiene que darse cuenta de que es Podemos quien se está cerrando y salir al paso de las circunstancias para pactar de una vez la renovación de un CGPJ que represente a los españoles. Solo saliendo del enroque político entre PP y PSOE, podremos, como país, avanzar hacia una política de mayorías y constitucionalista, y este no es mal momento para comenzar.

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