¿QUÉ ESTÁ PASANDO EN LAS UNIVERSIDADES?

Manuel Castells no ha dejado de echar balones fuera desde que han llegado los problemas a su ministerio. Castells es un reputado académico que no ha sabido adaptarse a sus cargos ministeriales y, por su actitud en las escasas y breves apariciones públicas que ha tenido al frente de la cartera de Universidades, está claro que tampoco a las circunstancias actuales.

FUENTE: EFE

“Estamos viviendo un escenario completamente caótico en materia de exámenes en la Universidad, donde cada centro y cada Comunidad Autónoma está fijando criterios distintos a la hora de verificar los conocimientos necesarios para superar este primer cuatrimestre del curso 2020/2021; sin que haya detrás un plan suficientemente sólido que permita, en tiempo de pandemia, un proceso examinador riguroso, con todas las garantías necesarias tanto sanitarias como, sobre todo, académicas. Precisamente, en momentos como éste, es cuando más se necesita una autoridad moderadora central que marque unas pautas comunes a todos los centros universitarios, incluso bajo el paraguas del estado de alarma. Pero esa dejación de funciones es hoy una cruel realidad y quien la encabeza es un ministro prácticamente desaparecido: Manuel Castells”

De esta forma califica nuestro Secretario General y profesor universitario, Javier Santacruz, la forma de garantizar la seguridad, tanto académica como sanitaria, existente actualmente en el sistema universitario, perpetrado por el ministro más ausente de la democracia.

Los rectores no le apoyan y los alumnos tampoco; y es normal cuando, en un año, no ha trabajado en medidas para poder garantizar la seguridad en el ámbito estudiantil y sanitario a sabiendas que esta situación podía volver a darse; entonces, ¿qué ha hecho este hombre al frente de su ministerio? Y lo que es peor, ¿cuánto va a durar esta situación y qué se va a hacer para subsanar los errores cometidos por Castells? Los exámenes prosiguen y la inseguridad en todos los ámbitos de alumnos, profesores y trabajadores de los centros universitarios de nuestro país, también.

En poco más de un año, Castells se ha convertido en uno de los ministros peor valorados por la población española, y es normal si hacemos un breve repaso de su actividad durante este, corto pero intenso, periodo al frente del ministerio de Universidades. El ministro que menos se deja ver, estuvo la primera parte del año encerrado en su bunker hasta bien entrada la pandemia, con los primeros exámenes de junio, ahí como todo estaba cerrado, no había vuelta de hoja, ni tampoco mucho problema en la toma de decisiones en su ámbito por parte de Manuel Castells, se relajó y solo volvió a aparecer ya a finales de este 2020 para decir que quería una universidad gratuita, algo que el mismo ya ha desechado; pero en ningún momento salió a presentar medidas contra el virus.

Una vez llegados los exámenes y sin este protocolo, totalmente necesario, para proteger a alumnos, profesores, personal universitario en general; y sin olvidarse de proteger y defender de forma correcta la evaluación de contenidos a los universitarios, algo que no se ha hecho por parte del ministerio, entrando en guerra con los rectores de todas las universidades de España y solo defendido por aquellos que, sin un mecanismo de evaluación competente, se han aupado académicamente en sus grados.

Una vez terminados los exámenes, pasa la ventisca y la opinión pública se vuelve a olvidar de este ministro ‘nini’, al que recordaremos de nuevo cuando lleguen los exámenes de mayo-junio y, si la situación no ha mejorado en demasía, vuelva a saltar a la palestra. Lo normal en esta ocasión, como ya debió haber ocurrido en verano, sería que desde el ministerio se cree un protocolo de actuación que comprenda toda esta casuística derivada del coronavirus y adaptarse a las necesidades académicas, sin descuidar la compleja situación sanitaria y, de una vez por todas, realizar el trabajo que, como ministro, le corresponde a Manuel Castells.

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